Comer, dormir, vacaciones o ¿un café?

Comer, dormir, vacaciones o ¿un café?

IMG_7049.JPG

Comer? ? Dormir ? ? Vacaciones sin tiquete de regreso? O un litro de café ?? ?             Qué te esta pidiendo tu cuerpo? ?

Te levantaste con sueño después de dormir mas de 6 horas. Necesitaste una taza de café enorme para poder funcionar ??. A medio día a duras penas almorzaste, con el radio prendido y hablando por celular! ???

A mitad de la tarde te ha entrado un cansancio con el que no contabas. Si tuvieras la cama al lado, seguramente dormirías hasta el día siguiente ???. La solución? ¿Otro café ??  ?

En la noche por fin pudiste sentarte a comer tranquilo. La descarga de estrés te ha dado muchísima hambre… ??????. Y, ¡ha llegado la hora que te soñabas desde las 6 AM! Es hora de dormir… Pero la rutina es más fuerte y te parece que hay que ver un poco de televisión antes, actualizarse de noticias, ver algo que te haga olvidar el cansancio y los problemas.

Cuando intentas por fin dormirte, la cabeza no para de dar vueltas. El cuerpo esta exhausto pero desactivarte se hace muy difícil.

Cuando llevamos tantos años ignorando las señales del cuerpo, se vuelve muy difícil reconectar con él. En el mundo ideal, uno debería irse a dormir en el mismo instante que tiene sueño, pero en la vida real posponemos nuestro descanso y salud. Ignoramos las señales del cuerpo porque hay que cumplir con demasiados compromisos.

¿Por dónde empezamos entonces a cuadrar este desastre? Lo que te está pidiendo el cuerpo, ahora en señales equívocas y desordenadas, ¿qué quiere decir?

1. El café. Es un ritual delicioso e indispensable para empezar el día para muchos. Los amantes y defensores del café defienden su sabor, y toda la cultura que se mueve a su alrededor. Pero lo que debería ser un disfrute, se convierte en un anestésico para tapar la necesidad de dormir. Tomar café para poder funcionar en el día, es como pedir avances a una tarjeta de crédito que está a punto de quedarse sin fondos. ¿El resultado? ¡La quiebra! Pronto el cuerpo o la mente caerán enfermos y te OBLIGARÁN a hacer el break que no hiciste con sus señales leves.

2. El sueño. La necesidad de dormir llega cuando comemos muy pesado, cuando no dormimos lo suficiente o cuando el cuerpo, para recuperarse, siente que lo necesita. Como los niños que cuando están enfermos entreduermen dos días enteros y al tercero se levantan brincando. Pero como tenemos tantas tareas, posponemos el sueño y el cansancio se va acumulando hasta que nos sentimos colapsar. Cuando llenamos el día de ocupaciones, nos llenamos de disculpas para estar despiertos en la noche, disfrutando de la vida de la que nos estamos perdiendo por andar trabajando en lo que no nos gusta durante todo el día. La verdad es que todo es cuestión de planeación y en el día deberíamos tener espacios para nosotros, para la pareja, para los hijos, para trabajar. Así sean pequeños espacios. Pero cuando la vida se vuelve solo trabajar, empezamos a recortar tiempo de lo que verdaderamente importa para no quedarnos sin lo que nos gusta hacer… Entre los sacrificados estará siempre, el sueño.

3. La comida. Con tanto vacío y cansancio no es raro que nos refugiemos en la comida. Creemos que las calorías nos darán la energía que nos falta para poder funcionar. La noticia es que ni una bolsa de bombombunes nos regalará la energía que nos falta por no dormir, por estar exhaustos, o por estar enfermos. De hecho es todo lo contrario ya que muchas veces las calorías “vacías”, nos roban un mundo de energía del cuerpo para ser digeridas y a cambio no nos dejan NADA, ni nutrientes, ni vitaminas, ni minerales. Nada que nos ayude a vivir. Además cuando la vida está llena de asuntos pendientes y afán, comemos ansiosamente, sin disfrutar el bocado, ni masticar bien. Es ya un acto automático guiado por el hambre y por la necesidad de sentirnos, aunque sea momentáneamente, satisfechos. 

4. Las vacaciones. Bueno, lo que podría ser la solución perfecta se convierte a veces en el refugio loco y desenfrenado para desatrasarse de tanta diversión perdida. En navidad por ejemplo podemos pasar semanas sin sentir hambre ni por un minuto. Acostándonos tarde, levantándonos cada día más tarde y alimentando una rutina cada día más alejada de la realidad. ¿Quién en su sano juicio, quiere volver de tanta libertad a tanta restricción después?

En un taller de alimentación aprendí que si la comida es la gasolina, el descanso (el sueño) es el motor. Para funcionar se necesitan ambos, y ninguno de los dos podría reemplazar al otro.

Para empezar a poner entonces orden en esta montaña rusa, la clave son los momentos de descanso. Por pocos que sean. Por ejemplo: los fines de semana. Alimentarse mejor cuando no hay afán, mercar más cosas saludables y dejarlas listas para la semana, dormir más horas, no tomarse el café con la excusa de necesitarlo, hacer ejercicio moderado. Con el beneficio de no tener afán para todo, y entrenándonos para atender las necesidades REALES del cuerpo en su inmensa sabiduría y capacidad de sanarse a si mismo en las condiciones adecuadas, muy pronto empezaremos a sentir mas a menudo y de manera más apremiante la necesidad de nivelar el cuerpo, el gasto energético, las horas de sueño y la ingesta de alimentos todos los días. 

Me gusta expresarlo como el Ying y el Yang: un poco de negro en el blanco y un poco de blanco en el negro. Tomarse una buena hora de ocio, o alguna entretención que requiera poco esfuerzo y energía en medio de los días laborales, así como ocupar algunas horas de las vacaciones para mantener la disciplina del deporte o la lectura, para que sea menos difícil retomar después. Si vivimos la vida ordinaria sin radicalismos y alejándonos de los polos, encontraremos un punto medio muy valioso, en el que crecen con seguridad y fértiles, los hábitos que nos llevan a brillar como seres humanos, realizados en nuestra tarea, no nublados, crónicamente enfermos y exhaustos, viviendo como si hacerlo fuera un castigo o peor, una tarea dura de la que hay que salir pronto.

 

Leave your thought here

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *